"Los personajes parecen ser extraños en su propio cuerpo, nunca están del todo cómodos con los que les toca vivir, pero tampoco saben como cambiarlo", comenta Stefania Agoglia sobre "La alegría de los santos", libro de cuentos de Candelaria Ramales (Indómita Luz Editorial).
Foto: Stefania Agoglia
"La alegría de los santos" es un libro de cuentos escrito por Candelaria Ramales publicado en 2019 por la editorial Indómita Luz. Laura Estrin dice en la contratapa que en estas historias su autora anota la vida, la que verdaderamente tenemos. La vida prefabricada de las palabras con las que nos trataron, con las que nos consolamos y las que nos decimos como centinela para seguir adelante. La voz de Candelaria mira y cuenta “anota una historia vista, retrata una escena y la deja ir solita”.
“Caminé la longitud eterna de las avenidas buscando una pensión. Cuando tocaba los timbres me sentía en mi estado último de ruina. Por fin di con este lugar. Abrió la puerta Zulema, la encargada. No sé por qué me abrazó y yo sentí que la conocía de antes”.
Los relatos de este libro de cuentos se mueven en las sombras. No porque sean historias que caminan a oscuras, sino porque hablan de temas que no siempre encontramos en la literatura. Las palabras se mueven entre personajes comunes a los que -efectivamente- les pasan cosas comunes. Pequeñas historias de gente pequeña que al final del día son -en definitiva- las que hacen que el mundo siga en movimiento. Los protagonistas de estos cuentos podrían ser cualquiera de nosotros o por lo menos, como dice la autora, de los que pierden antes de empezar y sus historias son -de una u otra forma- bastantes parecidas. Son de los que creen que, aunque la felicidad no ha de ser para ellos, todavía desean que las cosas buenas no se echen a perder con tanta prisa.
Cada cuento llega y traspasa, encuentra un lugarcito adentro nuestro y se expande. Creo que cualquiera se podría ver en la cotidianeidad de estas páginas, en las pequeñas locuras diarias de las personas que caminan las calles desde Buenos Aires hasta Oaxaca. Ese es el modo de hacer literatura que tiene Candelaria, esa que nos mueve porque habla de una experiencia colectiva de ver la vida. Cada historia está a la par de la otra y van trazando -desde diferentes ángulos- las vivencias de cierta clase de personas. Todos los personajes son horrorosamente humanos: están llenos de lastimaduras, sienten celos, rencor, vergüenza, se aburren, les va simplemente mal, pero siguen intentado ¿Qué cosa siguen intentando? No importa, en eso radica su humanidad, nuestra humanidad. En seguir intentando a pesar de no saber muy bien por qué ni para qué.
“Vargas se ofendió, dejó de hablarme como dos semanas. Lo tuve que ir a buscar a su casa para disculparme. Comprendí que quizá estaba tan solo como yo, y triste. Los tristes del mundo necesitan algo para entretenerse. Qué podía querer Vargas de mí si no una amiga, o perder el tiempo que tenía de sobra”.
Entre las historias de este libro se van a encontrar con: una chica que se queda sin un peso, sale a buscar una pensión de raje y llora una semana seguida del miedo por no conseguir laburo; una familia que no puede irse de vacaciones y hace castillos de arena en el patio de la casa; un hombre medio perdido que se vuelve a su pueblo para consultarle al chamán qué hacer de su vida; una nena que quiere ser picada por un alacrán para que le presten atención en su casa; una maestra que no puede sacarse de la cabeza las deudas que tiene con la señora del café; una mujer que tiene que llamar a la ex después de jurarse a muerte no hacerlo nunca más porque tiene un accidente y se desangra botellas de vino en el medio de Avenida Corrientes, entre otras.
"La alegría de los santos" es el primer libro de Candelaria Ramales y creo no podía tener una mejor entrada que con estos cuentos increíbles. El estilo es simple y trasmite lo que tiene para decirnos. No hay mucha vuelta de tuerca y ahí se encuentra la frescura del texto. En una entrevista que hicimos a la autora, al preguntarle ¿Cómo fue desarrollando su voz dentro de lo cuentos?, dijo:
“En ese libro hay relatos que empezaron como apuntes de mi vida en Buenos Aires. Lo impresionante que me pareció la soledad (…) Yo quería armar grandes historias con escenas estrafalarias, cosas que no me van a pasar en esta vida. Ahora creo que lo que yo llamo mi literatura es una literatura pequeña, mínima, sin pretender abarcar espacios que no conozco. Y eso es haber ganado una pequeña guerra conmigo. Decidir qué quería escribir y centrarme en eso sin andar ya paveando con mis seres extraordinarios. Quise escribir siempre lo que veía y mi realidad (…) Trabajé esa voz, no creo que haya sido algo intuitivo, no creo en la intuición, creo que fue mucho trabajo de lo que yo quería decir y trabajarlo. Me gustan los personajes rancios, mi realidad, a veces rancia, los vendedores de los trenes porque yo viajé mucho en los trenes de Buenos Aires. Esa es mi búsqueda”.
Los personajes parecen ser extraños en su propio cuerpo, nunca están del todo cómodos con los que le toca vivir pero tampoco saben cómo cambiarlo. Son conscientes de su estancamiento, de su dolor porque no los aman, de sus pequeñas manías destructivas, de su miedo porque no encuentran un futuro posible, pero también son agradecidos por las cosas que los salvan: reconocer la humedad del techo al llegar a casa, hablar con una planta en el balcón, encariñarse con las cucarachas de la cocina o pedirle todo lo que les falta a los santos y esperar sentados en una ventana a que ellos provean mientras se termina el cigarrillo.
No se pierdan la posibilidad de conocer a esta gran autora mexicana con su debut literario de la mano de Indómita Luz. En tiempos donde hemos perdido toda clase de rutina y nuestra vida cotidiana se repite en un espiral impredecible, estos cuentos nos devuelven el recuerdo de disfrutar o padecer de aquella vida que hoy parece tan lejana.
Sobre Candelaria
Candelaria Ramales nació en Oaxaca México en los 90´. Es licenciada y profesora en Letras (UBA) y también forma parte de la editorial independiente Maldemar. Publicó cuentos en diferentes antologías y suplementos literarios, su última participación fue en la antología “El lugar del agua. Palabras para Ayutla” de editorial Yagular. "La alegría de los santos" es su primer libro de relatos.
Foto: Valante Ordaz
Sobre Stefanía
Stefania Agoglia nació en Buenos Aires en 1995. Estudió periodismo en la USAL pero se considera en constante aprendizaje del oficio. Escribió artículos sueltos para algunas pasantías, concurrió a varios talleres de festivales, en Casa de Letras y revistas como Anfibia; fue librera por unos meses en Cúspide; y lo más importante, es parte del proyecto “Somos Historias” una página en donde se difunde y crea contenido literario-periodístico o eso intentan.
> Reseña escrita por Stefania Agoglia. Si querés contactarte con ella, escribile a stefiagoglia95@gmail.com
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