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El Grupo Clarín no televisa la poesía

Conversamos con Marco Rossi Peralta, que acaba de publicar por Gerania Editora De la boca para afuera, su poesía reunida (2016 – 2021). De Tucumán al mundo, sintonizamos poesía. Entrevista realizada por Samir Godoy Muñoz.


Foto: Cortesía Marco Rossi Peralta

A veces pareciera que el campo literario se juega en Buenos Aires y, en esa medida, las ambiciones se dan desde el puerto hacia las montañas. Obras reunidas, libros de poesía de más de doscientas páginas e inserciones en el canon tienen un vector de fuerza en la concentración poblacional.


Por eso es llamativa y atrevida la publicación de una obra reunida de un poeta joven de Tucumán. Marco Rossi Peralta nació en 1995 y este 2021 Gerania Editora publica De la boca para afuera que reúne sus tres primeros libros (Micuman de 2016, El mosquito de 2017 y La vida en el norte de 2018) e incorpora dos poemarios inéditos: Piel o camisa (2019-2020) y De la boca para afuera (2021), en un único volumen que ronda las 300 páginas.


Y son 300 páginas de buena poesía. Marco Rossi Peralta maneja una poética que bebe de lo mejor de sus contemporáneos: manejar el remate, sortear el verso corto con ritmo y saber hilar un sentimiento y sensaciones comunes a la generación. Al mismo tiempo, incorpora cierto mesianismo —un tono particular— con un matiz popular que a todas luces dice Vicente Luy. Un elitismo popular como ha señalado en entrevistas Osvaldo Vigna, porque es un saber inteligente, porfiado y personal, que reflexiona y profundiza desde lo directo y simple. En un mismo libro podemos encontrar:


3.

La diferencia entre lo que es poético

y lo que no

es la diferencia que hay entre decir

_háganse culiá ustedes tres_

y _hacete culiá vo, vo y vo_.


32.

Teoría estética:


Hay una línea muy delgada

entre el rupturismo y la fisuriada.

¿yo?

camino en el medio


52.

Me quedé mirando estas palabras

para ver si me hacían algo

y nada.

Entonces miré el silencio

y entendí las palabras.


Después centré mi vista en la poesía

y vi que le faltaba algo

entonces dije

la poesía

se parece a mí.


La poesía exige hacer de la lengua algo propio y, en ese sentido, Marco Rossi Peralta tiene una poética particular, aunque esté en sintonía a sus contemporáneos: una poética con su nombre, heredando lecturas y gestos de poetas de la tradición. Sabe jugar con sus materiales: actúa bajo su propia ley. Sabe plantear preguntas, sobre su realidad, que se hacen sociales, aprensibles; logra que la poesía de momentos sentimentales toque el momento de experiencia humana.


Marco Rossi Peralta es profesor en Letras por la Universidad Nacional de Tucumán, editor en La Cimarrona, editorial centrada en autores del NOA y forma parte de la revista Elbalaso, a la que recomiendo suscribirse. Ha publicado columnas en periódicos y papers de investigación sobre la identidad lingüística tucumana. Y, desde el norte del fin del mundo, nos responde:


Samir Gomez Muñoz (SGM): De la boca para afuera reúne cinco años que aparecen prolíficos ¿Cómo es tu relación con el momento de escritura? ¿Qué te mueve a escribir?

Marco Rossi Peralta (MRP): Lo que me mueve a escribir es casi tan diverso como lo que me mueve a hablar. Pero una regularidad que hice consciente gracias a la pandemia porque escribo menos es que tengo cierta dependencia del espacio público: escucho conversaciones ajenas, miro los mensajes que manda la persona que tengo sentada al lado en el colectivo, observo, en definitiva, cómo las personas se relacionan, qué eligen decir, qué les parece importante y qué no de eso que dicen, cómo sus cuerpos responden. Si se inquietan o están tranquilos, me imagino qué los preocupa, trato de ver a qué le prestan atención cuando están solas, cosas así. Y lo registro, anoto sus frases o algo que me permita recordar después.

Soy tímido, pero hago un esfuerzo por hablar con personas que no conozco. Les pregunto por su trabajo, trato de que me cuenten qué les preocupa y me di cuenta que si me hablan de qué hacen para relajarse, divertirse o simplemente pasarla bien, ya está, les puedo preguntar cualquier cosa. Y la gente tiene vidas tremendas, dice cosas tremendas... Vivimos rodeados de personas impresionantemente desquiciadas e impresionantemente lúcidas con historias increíbles y con imaginaciones potentes. La mayoría del tiempo no nos damos cuenta.

Foto: Cortesía Gerania Editora

SGM: ¿Qué cambios y continuidades te parecen importantes en tu poética a lo largo de esos cinco años?

MRP: Mi primer libro, Micumán, tiene series de poemas narrativos que van armando pequeños cuentos y hay un juego con ver cosas cotidianas como si se descubrieran por primera vez: observar pequeños objetos e historias con una fascinación infantil. Pero detrás de ese jugar a no saber, había muchas certezas. Las fui perdiendo. Uno crece y descubre que todo es más frágil de lo que pensaba. Las personas, las relaciones, el mínimo equilibrio político que nos permite vivir. Si Micumán es poesía de la afirmación El mosquito es poesía interrogativa. Y en segunda persona: ¿Qué piensa usted de esto? ¿Y con esto usted qué hace? Es una especie de diálogo punzante con el lector, son preguntas que me molestaban, por eso el mosquito que es un bicho jodido. Tiene un hilo conductor muy fuerte, es el libro más orgánico que escribí. Todo el libro es una única experiencia de lectura. Por eso, a veces, pienso que es el mejor.

La vida en el norte es al mismo tiempo un trabajo con la ironía (que implica tomar distancia de lo que se dice) y lo patético (que es mostrar crudamente cómo uno es afectado). Esos dos movimientos contrarios generan un efecto que me interesó mucho: entre la risa y la mueca de dolor, entre no hacerse cargo y exponerse totalmente. Y es un libro que quiere entrar directamente en la discusión política en un momento de profundo neoliberalismo. Hay gente que cree que eso lo hace coyuntural, ojalá el neoliberalismo fuera coyuntural. Sobre los otros dos poemarios que se publican por primera vez en De la boca para afuera todavía no tuve la oportunidad de elaborar una reflexión, porque dependo para eso de la lectura de las y los otros.


SGM: ¿Cómo es la vida en el norte de Argentina para alguien que se dedica a la poesía?

MRP: Como la de cualquiera, no creo que escribir poesía defina el grueso de tu vida porque todos trabajamos de otras cosas, en las ciudades más privilegiadas como Buenos Aires pasa lo mismo. Justo en eso la desigualdad económica entre los territorios no hace mella. Por lo demás, hay editoriales independientes muy importantes en la región. Y en eso también nos parecemos, sólo que somos más conscientes, muchas editoriales e incluso escritores creen que son nacionales porque escriben para CABA. Son un distrito pequeño frente a un país, aunque por el unitarismo concentren los grandes medios de comunicación e instituciones culturales del estado nacional.

En la poesía eso no tiene mayor relevancia, porque en general se publica en editoriales independientes con un trabajo territorial de corto alcance y es así para el norte, para el litoral, para el centro y el sur del país. El Grupo Clarín no televisa la poesía, digamos.

Es verdad que un poeta norteño tiene dificultades para entrar en los circuitos de la zona central, pero un poeta porteño tiene dificultades parecidas para ingresar en los del norte. La única diferencia, que no minimizo, es cierta discriminación que en la ciudad “autónoma” de Buenos Aires persiste contra los norteños. En el ámbito de la literatura, a veces, se habla de escritores “de provincia” y se sorprenden cada vez que se topan con un escritor que les parece valioso y recalcan que sea “del interior”, como si vieran a un mono hablar, como si fuera más difícil escribir bien siendo de un lugar o de otro. Pero como digo, son un distrito pequeño frente a la extensión de nuestro país.


SGM: ¿Tus sentimientos o los sentimientos de un yo poético? ¿Identidad, espejo o doppelganger?

MRP: En la poesía uno decide, coloca, mueve, distorsiona más o menos a gusto y placer. O a gusto y dolor. En la vida, no. En la vida uno siente y punto. Para mí es como con un director de cine ¿Sus personajes dicen lo que diría el director? No ¿Cuándo sonríen el director sonríe? No ¿Se puede decir que en la película no se expresen, aunque sea de formas veladas, sus rechazos, sus afinidades, sus miedos y deseos? Tampoco. No creo que sea tan complejo. Sobre todo, no creo que importe tanto.

Vicente Luy escribió: Entre dos tablitas de la persiana de la habitación de la casa que alquilo en Argañaraz y Murguia y San Carlos no cabe un marlo de choclo, pero sí una mirada asesina. Por eso estoy paranoico. ¿Importa si él estaba paranoico? A mí me importa el impacto que tiene en mí. Eso es lo que hay de verdad en la poesía.

No niego que la capacidad para generar ese impacto muchas veces venga de la experiencia, pero no siempre es así. Y no creo que siempre deba ser así.


Foto: Archivo Facebook

SGM: ¿Crees que la poesía puede llegar a ser popular, masiva, nuevamente? ¿Por qué?

MRP: No creo que la poesía escrita haya sido masiva antes. Sin ir más lejos, la alfabetización generalizada de la población es un suceso reciente en todo el mundo. La poesía oral y sobre todo la poesía cantada con música es otra cosa, siempre fue popular y masiva, y lo es ahora también.

Pero volviendo a la poesía escrita, creo que está en un proceso de masificación creciente que todavía no dimensionamos porque hay mucha negación. Se sigue fantaseando con que el principal medio de la poesía son los libros y los eventos literarios tradicionales. Bueno, en las redes sociales se lee y escribe poesía con mucha más masividad y de espalda a esos circuitos. Lo que pasa es que seguimos fantaseando con que eso no es poesía. Esa fantasía se va a terminar y cuando eso pase no van a ser referentes de la poesía quienes se nieguen a verlo. Si alguien tiene una aspiración de ese tipo (ser poetas referentes de algo), a mi gusto delirante, debería dejar la negación y empezar a trabajar en un diálogo con los nuevos públicos.

Sobre Marco Marco Rossi Peralta. Nació en 1995 y vive en Tucumán. Publicó los libros Micumán (Monoambiente 2016), El Mosquito (2017), La vida en el norte (Gerania 2018) y De la boca para afuera (Gerania 2021) que compila los libros anteriores y dos poemarios inéditos. Forma parte de las antologías Perfectxs Desconocidxs (P.D. 2017) y Salí Dulce (27 Pulqui y Almadegoma, 2018) que reúne poetas del noroeste argentino. Es profesor en Letras por la Universidad Nacional de Tucumán. Editor en La Cimarrona Ediciones y en la Revista Elbalaso (www.elbalaso.com).

Foto: Cortesía Marco Rossi Peralta
Sobre Samir
Samir Muñoz Godoy. Oriundo de Santiago de Chile, donde participó de Neuroguerrilla•LAB de Jorge Baradit. Gestionó la creación de Por el camino de Puan en Letras (UBA). Cumple tareas en la editorial Nulú Bonsai. En 2017 fue invitado al festival La Juntada de APOA. Ha publicado Nocturna (2012), la plaqueta Los Reinos del Querer (2016) y Camino a la costa (2020). En 2020, fue uno de los ganadores de Poesía en Viaje (Chile). Actualmente, lleva adelante el canal de youtube y el newsletter Cachai Poesía. 

> Entrevista realizada por Samir Muñoz Godoy. Si querés contactarte con él, escribile a samirjorgemelej@gmail.com

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