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Homenaje a Estela Figueroa

“Obras pequeñas, escritas en la intimidad y como con vergüenza”, esas fueron las palabras de Estela Figueroa para definir su trabajo.

Archivo Google

Estela Figueroa (1946 - 2022) fue escritora, poeta, docente, reconocida por recuperar en su obra lo mínimo y lo íntimo con solidez y por las actividades culturales que desarrollaba con gran compromiso social.


“Obras pequeñas, escritas en la intimidad y como con vergüenza”. Esas fueron las palabras de Figueroa para definir su trabajo. Sus primeros libros fueron Máscaras sueltas —que fue editado y traducido al italiano—, El libro rojo de Tito, A capella, Un libro sobre Bioy Casares y La forastera. En 2016 publicó El hada que no invitaron, un volumen que reúne su obra poética entre 1985 y 2016. También incluye poemas y relatos inéditos. Junto a otros colegas, en 1994, dirigió y recuperó la obra del poeta santafesino Juan Manuel Inchauspe, que luego editaron por la Universidad Nacional del Litoral en 2018.


En el campo cultura también desarrolló numerosas actividades. Figueroa trabajó para cine y realizó versiones teatrales de aguafuertes de Roberto Arlt. También coordinó los textos y puesta en el aire de dos radionovelas. Pero fueron los talleres literarios los que marcaron el gran compromiso social de la poeta argentina. Por ejemplo, coordinó espacios de escritura en el Pabellón de menores de la cárcel de Las Flores y en la Universidad Nacional del Litoral. Editó la revista Sin alas y dirigió la revista La Ventana desde su aparición, en 2001. Colaboró en el diario El Litoral y sus poemas aparecieron en diversas publicaciones del país y el extranjero.


 

>Poemas


MI CUERPO

Hay momentos en que mi cuerpo me parece como una casa abandonada.

Y no sé si soy yo o es mi fantasma que ha entrado en él por error.


 

TRACÉ UN PARÉNTESIS EN MI VIDA

En ese paréntesis puse mis emociones.

Como un chico que en una tarde de domingo pasea con un globo yo paseo con mi paréntesis Si el hilo es fuerte lo conservaré Si es débil no claro que no

Mis emociones me inundarán como un río.


 

SUSPIRO

Suspiro dentro de un vaso que era para flores. Un suspiro lo limpia. Otro lo empaña.


 

MUJER EN DICTADURA

Gruesas paredes cubrieron las ventanas, las puertas. Quedé sola, sin libros. Quise gritar ¡los libros no! Pero también se habían llevado mi voz. Dejaron un agujero para mirarme. Una araña empezó a cubrirlo. Tal vez ellos se olvidaron de mí.


 

AMOR DE MADRE PRESA EN DICTADURA

Después de los castigos corporales el miedo y no saber cuánto tiempo permanecería en esa cárcel su amor de madre disminuyó.

Su pequeña hija crecía sin ella prescindía de ella.

Había guardado un ovillo de lana roja que desteñía.

Los días de visita lo sumergía en un jarro de agua y esperaba.

A ese agua roja se la pasaba por la cara y la dejaba secar.

No quería que la niña la viera tan pálida.

De su amor de madre había quedado eso: el deseo de no hacerla sufrir.


 

A MANUEL INCHAUSPE, EN EL HOSPICIO

Las nuestras, mi amigo, son obras pequeñas. Escritas en la intimidad y como con vergüenza. Nada de tonos altos. Nos parecemos a la ciudad donde vivimos.

Perdiste tus últimos poemas y yo casi no escribo.

De allí esos largos silencios en nuestras conversaciones.



> Si querés contactarte con nosotrxs, escribinos a maspoesiarevistadigital@gmail.com

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